1 junio, 2025

CHARLOTTE WESSELS – THE OBSESSION – INTERVIEW

El regreso más esperado finalmente se ha materializado: Charlotte Wessels está de vuelta con The Obsession, una declaración artística que honra sus raíces mientras traza con firmeza los contornos de una nueva era. Este álbum no solo marca un renacimiento, sino también el inicio de un camino sólido, maduro y lleno de posibilidades. Con una estética sonora multicolor y una expresividad desbordante, Wessels nos entrega una obra que funciona tanto como homenaje a su pasado como brújula hacia su futuro.

The Obsession combina la melancolía poética de sus primeros discos con una carga emocional y una agresividad sonora que la alejan, en parte, de su etapa más conocida con Delain. La artista neerlandesa demuestra una capacidad camaleónica para reinventarse, ofreciendo un paisaje auditivo donde conviven la delicadeza, la oscuridad y la fuerza con total naturalidad.

Más allá de los sencillos ya conocidos, el recorrido profundo por el álbum comienza con Soulstice, una pieza introspectiva y serena que sorprende por su contención emocional. Se presenta como una pausa reflexiva tras una apertura enérgica, jugando con la expectativa del oyente mediante una atmósfera melancólica que revela la sensibilidad compositiva de Wessels.

Uno de los momentos más impactantes del disco llega con Ode To The West Wind, colaboración inesperada con Alissa White-Gluz. La combinación de ambas voces —una etérea y otra visceral— da como resultado un tema sublime, progresivo y adictivo, donde las emociones fluyen en capas instrumentales ricas y dinámicas. Este track se perfila como una de las piezas más experimentales y ambiciosas de la carrera de Wessels.

Aunque Serpentine transita de forma más discreta dentro del tracklist, la sensual y envolvente Praise irrumpe con una intensidad hipnótica. Sus arreglos vocales, que se reservan algunos misterios, aportan un matiz provocador que eleva el carácter dramático del álbum. Luego llega All You Are, una joya emocional que bien podría musicalizar escenas de una película como El Cisne Negro; su belleza radica en su fragilidad, en el dolor elegante de su interpretación.

La sorpresa continúa con Vigor and Valor, donde Wessels explora una faceta más arriesgada y contemporánea. Voces robóticas, orquestaciones frenéticas y una producción que roza lo cinematográfico se combinan para demostrar que su evolución artística está lejos de haber tocado techo.

El delicado interludio Breathe sirve como puente hacia el final, preparando al oyente para una jugada valiente: la reinvención de Soft Revolution. Esta nueva versión no solo reimagina el tema con una carga emocional y estilística renovada, sino que lo consolida como el broche perfecto para una obra que se siente personal, potente y profundamente cuidada.

The Obsession no es simplemente un regreso: es una declaración de principios, una obra de arte que exige respeto y admiración. Charlotte Wessels ha vuelto, y lo ha hecho con una fuerza arrolladora, recordándonos por qué su voz —en todos los sentidos— sigue siendo una de las más importantes del panorama musical contemporáneo.