
En un año marcado por lanzamientos arriesgados y propuestas innovadoras, A-Z se posiciona como una de las apuestas más estruendosas dentro del panorama del heavy metal actual. Su más reciente trabajo, A2Z2, no solo reafirma su lugar entre las bandas a seguir, sino que propone una experiencia musical profunda, cargada de matices emocionales y una ejecución impecable.
La melancolía que emana de la voz de Ray Alder —reconocido por su legado en Fates Warning— es uno de los pilares que transforma este álbum en un combo potente y versátil, donde conviven armonías cargadas de sensibilidad con la fuerza y agresividad del metal más pulido. El resultado es una obra que se vive a todo color y a plena potencia, invitando al oyente a explorar cada rincón de sus estructuras complejas y ricas en texturas.
A2Z2 habita de forma pasiva pero firme en la nueva escena, diferenciándose sin la necesidad de gritar su presencia. En tiempos donde muchas propuestas tienden a la sobreproducción o a fórmulas predecibles, A-Z apuesta por una fusión orgánica de elementos que demuestra una creatividad notable y un uso balanceado de recursos técnicos y emocionales, empleados siempre en el momento justo.
Este nuevo trabajo es más que un disco: es una declaración artística que celebra la evolución del género sin traicionar sus raíces. A-Z no solo honra el legado del metal progresivo, sino que lo impulsa hacia nuevas direcciones, desafiando las etiquetas y regalando a los fanáticos una joya que promete dar mucho que hablar en los próximos meses.