La relacion entre técnica y caos se vuelve tan estrecha como la sensación de vacío energético evocada por Lorna Shore, convirtiendo a este disco en un súcubo devorador de almas. La prueba cabal de que el Metal ya no es un concepto arraigado en el tiempo se encuentra en los espacios entre notas que hacen de este disco uno de los titanes del 2025.
